Hoy en día, es común tener un sitio web propio (si ofreces algún servicio o te dedicas a crear contenido) o de un negocio. El mundo online está muy inmiscuido en la vida cotidiana de las personas, por lo que, si tienes algún tipo de emprendimiento, ser propietario de una web y tener redes sociales con perfil empresarial es necesario.
Tanto si ya creaste tu sitio web, como si estás por arrancar el desarrollo del mismo, debes considerar ciertos factores fundamentales para que todo funcione de maravilla. El nombre de dominio es uno de estos elementos a los que debes destinar tiempo y dedicación.
¿Qué es un dominio? ¿Cómo se compone?
Antes de avanzar, queremos dejar en claro un concepto clave: el dominio. El dominio es una identificación irrepetible que se asocia a un sitio web. El dominio no sólo actúa como denominación, también cumple el rol de dirección digital del sitio. Tal como todas las direcciones físicas, no pueden haber dos iguales, por lo que el dominio es único.
El dominio está conformado por la unión de dos elementos: el nombre y la extensión. El nombre de dominio es la palabra o conjunto de palabras que se encuentran después de “www.” en una URL o luego de “@” en una dirección de correo electrónico profesional. Puedes elegir cualquier nombre, siempre y cuando no haya sido utilizado antes.
Le llamamos extensión de dominio a la terminación de la URL, luego del nombre. Son un conjunto de letras que conforman extensiones específicas según categoría o zona geográfica. Las extensiones son limitadas (no puedes crear una que se te ocurra), por lo que debes seleccionar la que mejor te represente.
Consejos para elegir el nombre de dominio
Como puedes ver, la importancia de escoger un dominio adecuado es alta. A diferencia de otros factores técnicos (como el servicio de hosting, por ejemplo), el dominio ocupa un papel principal en la identidad de marca de un negocio o emprendimiento. Es por esto que debes tener especial cuidado al elegir uno.
A continuación, vamos a darte algunos consejos para que sepas cómo escoger un nombre de dominio insuperable para un sitio web.
1. Refleja en algún documento tu identidad de marca
Aunque ya tengas en claro cuál es el nombre de tu negocio, los colores, la tipografía y el logo, es importante que lo veas escrito. Dejar plasmada en un documento tu identidad de marca te ayudará a visualizar qué es aquello que no puede faltar en tu web.
A la vez, puedes realizar un detalle del rubro en el cual te desarrollas. Esto te ayudará a identificar palabras claves que pueden acompañar el nombre de tu marca en el dominio para darle más información a los usuarios.
Por ejemplo, si vendes calzado y el nombre de tu marca es “Fausto”, puedes utilizar un dominio que sea “calzadosfausto” o “faustocalzados”. La idea es que encuentres varias alternativas.
2. En base a tu identidad, anota diversas opciones y combinaciones de nombres
Como mencionamos antes, encontrar varias opciones de nombre de dominio puede ser de mucha utilidad. A partir de la definición de la elegir el nombre y las palabras representativas del negocio, debes realizar una lluvia de ideas y anotar todo aquello que se te venga a la cabeza.
Lo más probable es que tengas un nombre preferido. Sin embargo, dado que no todos los dominios están libres o tienen el mismo costo, conviene tener diversas alternativas.
3. No utilices dominios complicados, debe poder pronunciarse fácilmente
Algo fundamental que debes tener en cuenta es que el dominio debe ser fácil de decir y de recordar. Existen muchos dominios que tienen signos de puntuación, números, o conjuntos de letras impronunciables. Este tipo de dominio es fácil de olvidar dado que nunca se sabe bien cómo se escribe.
Es por esto que se aconseja que los dominios sean sencillos, sin muchas complicaciones. Otro tip importante es que sea corto y sin signos de puntuación.
4. Selecciona una extensión adecuada
Puede que lo que más te preocupe sea el nombre de dominio. Sin embargo, esto no implica que te olvides de la extensión.
Tal como mencionamos antes, las extensiones cumplen un rol importante dado que brindan mayor información del sitio a los usuarios. Por ejemplo, si un sitio termina con “.ar”, sabemos que es de Argentina, si termina en “.mx”, pertenece a México.
A la vez, también existen elegir el nombre según categorías. Algunas de las más conocidas son “.com”, “.it”, “.org”, “.net”, entre otras.
Debes saber que el costo de las extensiones varía según la popularidad y la demanda de las mismas. Las extensiones más conocidas tienen un precio mucho más alto que aquellas que son menos utilizadas (como “.tech” por ejemplo).
La realidad es que elegir el nombre de dominio no es tarea fácil. Pero no debes dejarte abrumar por eso. Si sigues estos pequeños consejos, podrás elegir tu dominio ideal. Y, si no es así, siempre puedes cambiarlo por uno mejor.
¡Ahora te toca a ti escribir!